Galletas de aceite
Las galletas de aceite artesanales tan típicas de Mallorca tienen una larga tradición. Las primeras menciones se remontan al siglo XVIII en diversas obras literarias. Las compañías de navegación que hacían largas travesías necesitaban abastecerse con alimentos nutritivos y que tuvieran la virtud de aguantar en buen estado durante largos períodos. Uno de los hornos más conocidos era el horno “Ca’n Guixe” en Inca.
Estas galletas son muy sencillas en cuanto a ingredientes y preparación; tan sólo se necesita aceite vegetal, agua, harina, sal y levadura. Aun así son sumamente buenas, crujientes y sobretodo versátiles, se pueden degustar por si solas o combinarlas con todo tipo de alimentos salados y dulces.
Así pues si tienes hambre entre horas o estás en el trabajo, tener una bolsa de galletas de aceite te salva del apuro. Si tienes invitados o simplemente te apetece comer algo rápido y fácil de preparar, unas galletas de aceite con una tabla de quesos y tus embutidos preferidos son una buena opción para todos los paladares (para que sea todavía más mallorquín, puedes colocar un poco de sobrasada y miel encima de las galletas, hmm… ya verás que delicia).
Y si te apetece un capricho dulce y saludable, un cuadradito de chocolate con un par de galletas… ¡qué explosión de sabor!
En definitiva, es un alimento nutritivo y polivalente, es normal que en todas las despensas mallorquinas haya “un par” (un par mallorquín quiere decir unos cuantos) de paquetes de galletas de aceite.