Gastronomía
La gastronomía mallorquina es muy rica y variada gracias a la gran cantidad de culturas y civilizaciones que han pasado por la isla a lo largo de los siglos y que han ido dejando su huella. Los productos frescos de la huerta, la carne del cerdo autóctono y los pescados y gambas del Mediterráneo, son la base de la riqueza culinaria que ofrece Mallorca. Los platos típicos de la isla se extienden por todo el territorio, y aunque los platos tradicionales en sí sean los mismos en toda la isla, pueden tener algunas variaciones según la región en la que se cocinen.
Así pues, encontramos platos o productos típicos como:
- les “sopes mallorquines”: no te dejes engañar por su nombre, la sopas son un plato seco a base de caldo de verduras, cebollas tiernas, ajo, tomates de ramillete, espinacas, coliflor, guisantes, alcachofa, col y pan de payés moreno (el cual absorbe todo el caldo).
- el “frit mallorquí” es una fritura que se prepara con carne (normalmente de cerdo o cordero), patatas, cebolla, tomate y pimienta roja.
- los tomates de ramillete son una variedad autóctona clave en la cocina mallorquina. Son de tamaño pequeño, con piel fina y mucha pulpa. Es costumbre colgarlos con una cuerda para que se conserven durante más tiempo.
- la sobrasada es un embutido crudo curado a partir de carne de cerdo con sal, pimienta negra y pimentón. Se puede comer por si sola, con galletas saladas, untarla en pan o añadirla a alguna receta.
Sobrassada con galletas de aceite
- naranjas y limones; poco más podemos añadir. Son la base de la cultura gastronómica de Mallorca desde tiempos inmemorables. Si quieres más información no dudes en consultar el apartado “DE NUESTRO HUERTO” que se encuentra en el menú de la parte superior.
- la gamba de Sóller es el emblema gastronómico de este rincón de la Serra de Tramuntana. De hecho, llegando al puerto, se encuentra una bonita y original escultura de una gamba, que avisa a los visitantes de uno de los manjares de los cuales disfrutar en las terrazas de los restaurantes frente al mar. Esta gamba también se conoce como gamba roja, y se dice que los romanos ya habían tenido el placer de degustarla. Es todo un lujo comer gambas con vistas al mar, viendo pasar el tranvía, con el vaivén de los barcos amarrados, los visitantes y habitantes paseando o tumbados en la playa disfrutando de un día soleado y con la frescura de la brisa marina.
- el licor de “herbes” es una bebida digestiva muy típica que acostumbra a hacer su aparición después de las comidas. Se pueden beber solas o con hielo, al gusto del consumidor. La base del licor es el anís, al cual se le añaden hasta treinta tipos de hierbas aromáticas diferentes de Mallorca según quien las elabore. Hay tres variantes de este licor, les “herbes seques”, les “herbes mesclades” y les “herbes dolces”. Normalmente se hacen con hinojo, hojas y flor de naranjo, piel de naranja, piel de limón, hojas de limonero, manzanilla, eucalipto, hierbaluisa, melisa, hierbabuena, romero… El origen de esta bebida se encuentra en el siglo XVI, y se elaboraba con fines medicinales.
Ensaïmada de Mallorca
- la famosa ensaimada; un producto de repostería muy tradicional a base de una masa azucarada, fermentada y horneada con saïm (manteca de cerdo). Se puede encontrar la ensaimada lisa, pero también hay con relleno de cabello de ángel, con crema de frutas, con albaricoques, con sobrasada… ¡hay una gran variedad de ensaimadas para todos los gustos!
- trampó: ensalada que se elabora con cebolla, pimiento verde y tomate, todos ellos cortados a cuadrados muy pequeños y aliñados con aceite y sal. Se pueden añadir más verduras de temporada si se desea, pero la base son los ingredientes nombrados. Normalmente se come en épocas de calor ya que es muy fresca y ligera. La coca de Trampó es una coca salada que se basa en una masa casera elaborada con agua, harina, aceite y sal, a la que se le añade por encima el Trampó y se hornea.
- el tumbet encuentra sus orígenes en la idea de aprovechar los excedentes de hortalizas de temporada como las berenjenas, las patatas, los pimientos rojos y los tomates. Todas estas verduras se fríen y se colocan por capas (como un pastel de verduras), y se le echa salsa de tomate. Hay quienes añaden un huevo frito por encima… ¡toda una experiencia gustativa!
- los rubiols, de origen medieval, son empanadas de pasta de harina fina, aceite, manteca de cerdo y huevo dobladas de forma semicircular y con relleno dulce. Normalmente se rellenan con requesón, cabello de ángel o confitura. Los crespells son unas galletas con formas varias que se elaboran a partir de la masa de los rubiols. Tradicionalmente, estas recetas se preparaban en familia y los niños podían hacer los crespells con la masa que sobraba de los rubiols, de manera que todos colaboraban en la cocina. Aunque se cree que el origen de estas recetas es safardí, se le añadió la manteca de cerdo con la llegada del cristianismo.
- los Cocarrois son otro tipo de empanadas, esta vez con forma de luna rellenas de coliflor, acelgas, pasas y piñones.
- el aceite de oliva, conocido como “oro líquido” y las olivas, los pilares de la gastronomía mallorquina. Las características de los suelos, el clima de la isla, la edad de los olivos, las precipitaciones irregulares, el terreno montañoso… todo esto determina una elaboración de aceitunas baja en cantidad pero enormemente buena en calidad. La producción de aceite y el comercio de las olivas se remonta a la época preromana y fue un pilar clave para la economía mallorquina entre los siglos XVI y XIX ya que por un lado formaba parte de la alimentación básica del pueblo, y por otro lado era un producto muy preciado en el resto del mundo. Así pues se exportaba especialmente desde el Puerto de Sóller. El aceite de oliva era la moneda de cambio con lo que se pagaban los ingredientes que escaseaban en la isla. Además, Mallorca cuenta con variedades de olivas autóctonas con características únicas que las diferencian del resto de aceitunas: la variedad mallorquina, empeltre, arbequina y picual. En muchas canciones y refranes tradicionales se hace referencia a las aceitunas, hecho que demuestra hasta qué punto eran importante para los mallorquines.
- el célebre Pa amb oli, a base de pan de “pagés” mallorquín, tomate de ramillete, aceite de oliva y sal. Su preparación es muy sencilla pero sorprende lo deliciosamente bueno que puede llegar a ser con ingredientes de calidad. Se puede acompañar con olivas o alcaparras, así como embutidos como quesos, jamón… Curiosamente, esta receta se documentó por primera vez en el siglo XVIII por el fraile Jaume Josep Bernat Martí i Oliver.
- l’"Arròs Brut" o arroz “sucio” es un arroz caldoso especiado, con productos de la huerta y carne de caza.
- les panades son típicas de Semana Santa aunque se pueden encontrar en cualquier época del año. Son empanadas de pasta de harina y manteca de cerdo rellenas de carne y/o sobrasada y guisantes.
Pamboli
En resumen, Mallorca es una isla con una gran riqueza y variedad culinaria perfecta para todo tipo de paladares.
Tanto si vienes de visita como si vives en la isla, no dejes de probar todos los platos típicos e impregnarte del espléndido sabor mediterráneo que éstos ofrecen. Todos sabemos que comer es uno de los grandes placeres de la vida, así que qué mejor que disfrutar de comidas sabrosas con ingredientes de buena calidad.
Y si no tienes la ocasión de venir a disfrutar de las recetas tradicionales, siempre puedes pedir en nuestra tienda Online y gozar de manjares tradicionales sin tener que salir de tu casa.
¡Vive sano, come Mediterráneo!