Modernismo
El Modernismo llegó a Sóller a finales del siglo XIX gracias a los movimientos migratorios de sus habitantes. En 1865, Sóller pasaba por una crisis agraria causada por una plaga que acabó con los naranjos y limoneros del valle, motivo por el cual muchos de sus habitantes decidieron emigrar a Francia y Sudamérica, sobretodo a Puerto Rico, ya que debido a la situación geográfica del pueblo, era más fácil comerciar por vía marítima con Francia y Barcelona que con el resto de la isla.
Años más tarde, cuando la crisis paliaba, muchos de ellos decidieron volver y lo hicieron impregnados del Modernismo o Art Nouveau que vivía Europa y del estilo colonial de Sudamérica. Así fue como Sóller redefinió su estilo arquitectónico y grandes arquitectos como Antoni Gaudí, Joan Rubió o Antoni Castanyer construyeron edificios emblemáticos en Sóller y Palma.
De hecho, gracias a esta revolución cultural se impulsó la construcción del tan conocido Tren de Sóller, inaugurado en 1912, en cuya estación se encuentran varias obras de Joan Miró (nieto de un solleric) y Pablo Picasso, dos grandes artistas del momento que compartían una buena amistad.
Si das un paseo por las calles de Sóller podrás ver cantidad de edificios con fachadas e interiores de ensueño. Por ejemplo la Iglesia de Sant Bartomeu, el Banco de Sóller, el Jardín Botánico, diversos edificios de la calle Gran Vía, el cementerio, Sa Capalleta y muchísimos otros que puedes descubrir paseando por Sóller. La verdad es que cada calle tiene sus detalles y es un placer dar vueltas e ir descubriendo lo que cada una esconde.
Además, el pueblo tiene una joya modernista: el Museo de Can Prunera. La preciosa y enorme casa mallorquina del 1909 alberga el museo de arte modernista. La casa en si nos deleita la vista con sus hermosas vidrieras, el impresionante mobiliario de época, el precioso jardín... y si a eso le sumamos las exposiciones de arte modernista, es todo un viaje en el tiempo.
La perfecta armonía entre el pueblo y el movimiento artístico modernista, convierte Sóller en un lugar increíble con un encanto extraordinario.