En 2013, Günther Zimmer compró un terreno entre Santa Eugènia y Biniali, en Mallorca, y empezó a construir una bodega. Plantó diferentes variedades de uva en 7 hectáreas y bautizó la bodega como "Son Juliana".
Esta bodega funciona íntegramente con energías renovables y, por supuesto, sin utilizar ningún producto químico, y de las uvas locales se prensan los mejores vinos.