La bodega se fundó en 1931 de la mano de José Luis Ferrer. Precursor a la hora de introducir nuevas técnicas, en el embotellamiento de vinos, en el envejecimiento en barricas de roble, en la creación de vinos blancos con tan sólo las variedades autóctonas y en la exportación a Europa y EEUU. Todo esto, manteniendo el cariño de la tradición familiar.