Con más de 47 hectáreas de producción propia, apuestan por un futuro agrícola y se comprometen con la sostenibilidad del planeta. También invierten en la tecnología más puntera y personalizada del mercado para garantizar un producto seguro y de la mejor calidad.
En 1988, Pep Rausell y Felix Bonnin, ambos hijos de comerciantes locales dedicados a la compra-venta de almendra en el municipio de Petra, deciden aunar esfuerzos y crear una empresa para liderar el sector de la almendra en Mallorca. En 2019 Almendras Bonany se consolida como una empresa líder en el sector de los industrializados, exportando alrededor de un 90% de su producción en Europa.