La empresa familiar Crespí se fundó en Mallorca en 1945. La familia mallorquina empezó vendiendo pimientos mallorquines y especias locales para la producción de sobrasada, el tradicional y popular embutido mallorquín para untar. Por aquel entonces, los miembros de la familia aún viajaban de un idílico pueblo mallorquín a otro con un carro tirado por caballos.
Ahora, en su cuarta generación, la majestuosa empresa familiar Crespí comercia con exquisitas especias de todo el mundo para ofrecer a sus clientes de Mallorca y de toda Europa las mejores especias de alta calidad.
En su propia fábrica, la familia mallorquina abarca todos los procesos de producción, como la limpieza, el tamizado, la selección, el secado, la molienda, el control de calidad, el envasado y el embalaje.
Cosmopolita y preparada para las técnicas avanzadas, en las fincas y campos de la planta de producción ecológica de Crespí en Mallorca se respeta reverentemente el medio ambiente.